La obsolescencia programada

Un día de sol en Barcelona, paseando por la Fundación Miró observé que las sillas que se encuentran en la terraza son las mismas desde hace 20 años. Probablemente, en alguno de estos últimos años se han visto sometidas a una reparación, y esta habrá costado lo mismo que comprar unas nuevas. Entonces, ¿por qué repararlas? ¿qué es lo que ganamos?

Imagina un día a día sin sol. Sin un atisbo de luz, sin poder sentir como el calor te arropa en invierno y como te acompaña en verano, como hace crecer las flores en primavera y como las ilumina en otoño. Imagina un día sin verlo amanecer mientras vas a trabajar, imagina un día en el que ya no puedas pararte a contemplar los colores que nacen mientras se despide.

Vivimos en un mundo que se ha acostumbrado a ir cada vez más rápido. Nos levantamos con prisas para desayunar de manera atropellada e irnos a trompicones a un trabajo del que también intentaremos volver lo antes posible. Una vez en casa comeremos algo que no acarree mucho tiempo de elaboración para después disponernos a consumir contenido que nos entretenga de manera inmediata y eficaz, sin ningún tipo de esfuerzo.

Indea64 nace de la voluntad de 10 personas de prosperar. De reinventarse y continuar haciendo aquello en lo que saben que son buenos. De apostar por un proyecto en el que creían y en el que aún siguen creyendo. Indea64 nace de la idea de apoyar el diseño en su versión original, de garantizar la mejor calidad de sus productos y de seguir valorando la artesanía y el trabajo a mano, priorizando el producto creado con mimo y precisión. Indea64 nace de la fusión de la modernidad y la tradición, estableciéndose como un clásico renovado.

La silla Barcino fue creada por encargo de José Mª López Capont para su empresa INDUSTRIAS DEL CAMPING Y DE LA CASA SA en el año 1964 siguiendo el briefing muy claro sobre qué tipo de materiales y funcionalidad debería tener dicha silla.  Su comercialización no comenzó hasta el año 1965.